Y soñar con esos acordes…

Os traigo una historia escrita en español. La escribí para un concurso de relato corto (tan corto que tenía que tener un máximo de 15 líneas, así que siento el abrupto final) en el día del libro. Tengo que decir que no gané, pero quiero compartirla con vosotros igualmente!


Esa mañana Dani se despertó del sueño de su vida. No podía mover su brazo derecho. El brazo con el que sujetaba el mástil de su Fender Telecaster. Su banda no sobrevivió sin él. Su matrimonio tampoco sobrevivió. Y un día simplemente, decidió mudarse a la ciudad de los cielos azules.

La pesadilla en la que vivía Dani desde aquella mañana era el sueño de Rosa, fisioterapeuta de profesión, mitómana en sus ratos libres.

Una de esas tardes de primavera de la gran ciudad, él entró en la consulta de ella. Sin esperanzas, pero también sin un plan mejor. Y aquello les cambió la vida a ambos. Rosa se propuso recuperar el sonido de Dani. Soñó con los acordes con los que él no quería soñar más. En unas semanas, Dani pudo flexionar el brazo. En unos meses, se fueron a vivir juntos. Después de un año de esfuerzo, de días malos pero también de días buenos, él, que había olvidado que una vez había tenido un grupo, volvió a coger una guitarra. Aquellos primeros acordes no sonaron bien, pero le sirvieron a Dani para soñar otra vez.