True Detective

Sí. Llevo un año de retraso con esta serie. Y no sabéis CUÁNTO me arrepiento.

Qué maravillosa pieza cinematográfica. Porque lo es. Tiene uno de los mejores guiones del 2014. Para los que aún no la hayan visto, Rust Cohle y Marty Hart son dos detectives de la policía estatal de Louisiana que tienen que hacerse cargo de un caso de asesinato de lo más espeluznante. Descubren además, que este caso está relacionado con varias desapariciones. Sexo, drogas y las viejas creencias del sur se mezclan de manera natural en la trama. Además, ésta se distribuye de tal manera que te permite estar enterado de dos líneas temporales diferentes: la del caso original, en 1995, y la investigación en la actualidad. Para mí, uno de los mejores puntos de la serie es precisamente que son los propios Rust y Marty los que están contando sus recuerdos del viejo caso a otros dos agentes en la actualidad. Saber si cuentan toda la verdad o no os corresponde descubrirlo a los que aún no hayáis visto la serie.

Además de la genial historia, le podemos sumar dos de las mejores interpretaciones del año pasado, y de las mejores interpretaciones que se han dado nunca en televisión. Que Matthew McConaughey es un gran actor ya lo sabemos muchos, pero aún hay algunas personas que le niegan su talento, pese a su Oscar (también el año pasado) y a esta actuación tan digna de premio. Por favor, dadle una oportunidad. Hay un Matthew después (aunque también lo había antes) de la rom-com. Si no os sirve Matthew, os podéis quedar con Woody Harrelson. Para mí, una sorpresa su nivel, incluso más alto que el de Matty. Sabía que era un buen actor, pero no sabía hasta qué punto podía enamorarme su interpretación. MARAVILLOSOS. Digna de mención también la interpretación de Michelle Monaghan, muy a la altura de los dos veteranos actores.

Por si una buena historia de intriga y unos buenos actores no os parecen suficiente, tengo que hablaros además de la magia del bayou. Para mí, la mejor localización posible para un thriller como éste. Las marismas del Mississippi posibilitan una fotografía hipnotizante. Esa vegetación que está tan viva que parece que se mueve contigo, que te persigue y en cualquier momento te puede atrapar. Pero el bayou es además las creencias y supersticiones de sus gentes. Los ritos, el vodun y toda esa simbología que ayuda a que la serie te atrape durante sus ocho capítulos.


Me gustaría además, incluir mi opinión sobre todas las comparaciones que han surgido con La Isla Mínima (de la que ya he hablado en el blog aquí). SE PARECEN. No se puede negar. Nadie ha plagiado a nadie, pero tanto las marismas del Mississippi como las del Guadalquivir tienen esa magia que te pega la vista a lo que sea que te están contando, y ambos creadores han sabido sacarles provecho. También se parecen los casos a investigar, pero la gran diferencia cultural entre España y Estados Unidos hace que a medida que te involucras con los personajes, pierdan valor esas similitudes. También las relaciones entre las dos parejas de policías tienen cierta similitud, aunque no así cada uno de los personajes por separado. (No creo que Rust Cohle tenga comparación alguna. O le amas, o le odias.) Así que podéis verlas perfectamente las dos. Ambas son fantásticas.

Viva La Isla Mínima!! Viva el cine español!!

Esta noche es la fiesta del cine en mi país. Es la entrega de los premios Goya. Y yo tengo una favorita, que es la favorita en las apuestas. Pero no es mi favorita por eso. Lo es porque no sólo es la mejor película del año en España, sino una de las mejores películas del año a nivel internacional. La Isla Mínima.

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Tiene todo lo que tiene que tener un buen thriller. Todo eso que piden muchos en el cine que se hace en casa; y que se hace, aunque algunos se nieguen a darle una oportunidad. Tiene un guión emocionante y con intriga hasta el último momento, literalmente. Tiene una banda sonora que acompaña a la perfección a esos personajes que ocultan cosas, que tienen secretos y un evidente lado oscuro. Tiene una maravillosa fotografía, que pinta hermosos cuadros de las marismas del Guadalquivir (que no todo tiene que ser el Mississippi) y una ambientación ochentera que queda perfecta alrededor de la trama y los personajes. Y sobre todo, tiene unas interpretaciones magistrales. Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo llevan la mayor parte del peso interpretativo de la película. Sus respectivas nominaciones a mejor interpretación protagonista dan cuenta de lo fantásticos que están haciendo de polis llegados de la capital que son enviados a la Isla Mínima a investigar la desaparición de dos chicas, cuyos padres son Nerea Barros, que pese a ser nueva en todo esto está totalmente a la altura de su personaje contenido, y Antonio de la Torre, para mí uno de los mejores actores de la historia del cine (llamadme exagerada). Ambos también nominados en las categorías de actriz revelación y actor de reparto, respectivamente.

Durante el transcurso de la película, Juan y Pedro (los personajes de Javier y Raúl respectivamente) descubren secretos a voces, como que los jóvenes de la aldea quieren salir al mundo, y otros más ocultos, de esos que ponen los pelos de punta y agitan a la comunidad, por grande o pequeña que ésta sea. Si queréis saber cuales son esos secretos, TENDRÉIS QUE VER LA PELÍCULA.

Mucha suerte para La Isla Mínima, Alberto Rodríguez, su director, y todo el equipo técnico y artístico que nos han regalado semejante obra maestra.


Editado: Finalmente, la maravillosa película de Alberto Rodríguez se llevó a casa 10 Goyas de las 17 nominaciones con las que contaba. Entre los más destacados, Nerea Barros y Javier Gutiérrez se hicieron con los galardones en sus respectivas categorías, además del premio que recogió el propio Alberto como director de la cinta. También destaco personalmente los premios al mejor guión y a la mejor fotografía. Y por supuesto, a MEJOR PELÍCULA DEL AÑO. Enhorabuena a todos los ganadores.